La risa, el lenguaje del alma.
Si algo nos gusta en el Fanal es que toda persona que se acerque a nosotros/as sonría, estamos convencidos/as de los múltiples beneficios que tiene la sonrisa y de la importancia que tiene para el bienestar emocional de todas las personas, ya sean profesionales, niños/as, adolescentes, jóvenes, adultos/as e incluso bebés. Nos esforzamos porque en nuestro día a día no falten risas y sonrisas y estamos convencidos/as que esos ratos que compartimos sonriendo permanecen en nuestro recuerdo mucho tiempo.
Pero hoy, si cabe, nuestras caras sonríen mucho más, y no porque sea el Día Mundial de la Sonrisa, que también tiene que ver, sino porque hoy hemos recibido un escrito que alegra nuestros corazones y otorga mucho más sentido a todo lo que intentamos hacer. Hoy nuestra pequeña participante de proyectos, nuestra traductora de inglés exclusiva, nuestra joven, nuestra universitaria, nuestra lectora de libros y nuestra compañera de trabajo en la actualidad nos dedica unas bellas palabras:
En el Día Internacional de la Sonrisa, quiero compartir cómo la Asociación El Fanal ha transformado mi vida y la de muchos otros en la Cañada Real. En medio de los desafíos y adversidades, esta asociación ha sido mi faro de esperanza, brindándome apoyo incondicional y oportunidades que han iluminado mi camino.
La importancia de la Asociación El Fanal va más allá de sus programas de ayuda. Han sido arquitectos de la integración, educación y esperanza para los/as niños/as de la Cañada Real. A través de iniciativas educativas, innovadoras y programas de apoyo emocional, han allanado el camino para la integración de estos niños y niñas en la sociedad. Han mostrado que la educación es la llave que abre puertas y la sonrisa es el resultado tangible de esa educación.
Gracias a El Fanal, he aprendido que la verdadera esencia de la integración radica en la educación y el entendimiento mutuo. Han creado un entorno donde los/as niños/as pueden aprender, crecer y sonreír, independientemente de sus circunstancias. Esta asociación no solo ha mejorado nuestras vidas, sino que también ha sembrado semillas de cambio en nuestra comunidad, cultivando un futuro más brillante para todos.
Hoy, en este Día Internacional de la Sonrisa, celebro no sólo mi propia sonrisa, sino también la sonrisa de cada niño/a en la Cañada Real que ha sido iluminada por el trabajo incansable de la Asociación El Fanal. Su dedicación y amor han transformado lágrimas en sonrisas, obstáculos en oportunidades y han demostrado que, con el poder de la educación y el apoyo, cada niño puede brillar con luz propia.
Khadija, de la que no podemos estar más orgullosas, es la causante de nuestra sonrisa más especial y sabemos que esta risa nos va a durar mucho tiempo, porque si la Sonrisa es el lenguaje del Alma, nuestra alma ahora mismo sonríe y ríe como nunca.
¡Gracias Khadhija por tu generosidad!