Paradoja rara esta de ser una entidad que se llama El Fanal, (nombre que recibe la campana de cristal que sirve para proteger la luz de las velas), y llevar más de un mes a oscuras. Paradoja rara el luchar por dignificar la vida de nuestra gente y tener a más de una decena de personas que completan nuestros equipos trabajando oscuras. Paradoja rara la de pagar las facturas de electricidad y no tener suministro.

Este es nuestro día a día compartido, desde hace más de un mes, con las familias de Cañada, estamos sin luz, estamos a oscuras. Nos consta que tanto entidades como administraciones, vecinos/as y todos los que de una forma u otra estamos vinculados a esta zona nos levantamos diariamente con la idea de conseguir dar con la clave que solucione este problema, este sin razón que nos tiene tristes y preocupados, y que un mes después, con sus 31 días, seguimos sin encontrar esa solución que les devuelva a Cañada la luz.

Sabemos que esta situación puede tener y esta teniendo consecuencias nefastas en las familias y en nuestro equipo humano por eso desde El Fanal, queremos hacer visible la dureza de nuestro ESTAR actualmente, continuamos los proyectos, es nuestro deber, no podemos y no queremos dejar a las familias sin nuestro centro socioeducativo de Cañada pero queremos hacer visibles las grandes dificultades y la forma precaria en la que actualmente nos encontramos por el corte de suministro. Aunque nos aferremos a la idea que iluminar va más allá que encender una bombilla también queremos seguir ofreciendo a nuestros/as trabajadores/as unas condiciones dignas en las que ejercer su profesión pero sobre todo queremos seguir acompañando a nuestro centenar de bebes, niños/as, adolescentes, jóvenes y adultos/as como se merecen, dignamente.

No cabe duda que el día a día de las familias es mucho más duro que el nuestro pero esta es nuestra forma de unirnos a sus voces, decir y exigir que así no podemos seguir queremos seguir siendo ese Fanal que ilumina y protege a una comunidad tan especial como la de Cañada y no a través de nuestros móviles y botellas de agua, este es un clamor nuestro y de todos ¡No podemos seguir así!